martes, 28 de diciembre de 2010

El Perdedor

2010 iba a ser mi año. Aunque he hecho avances, sigo siendo un loser. Mi vaguearía se antoja patológica y crónica. No se si seré capaz de hacer algo en la vida con tanto hedonismo y tan poca fuerza de voluntad.

  Ojalá escriba otras líneas aquí que contradigan esta entrada. No lo dudo, pero tampoco me lo creo. Cada vez pierdo más confianza en mí. Prácticamente se ha esfumado.

  Adiós nada. Cada día estoy más cerca de ti.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Mi viejo Renault Clio de 2003

Tengo que decirle adiós al Clio. Parecerá una tontería, pero me da mucha pena. Incluso se me ha escapado alguna que otra lágrima. Yo, por convicción, no creo mucho en las posesiones. La verdad es que nunca me ha faltado de nada ya que nací en una familia en plena ascensión y he vivido muy bien. Quizás por eso no tengo muchas necesidades ni creo que las vaya a tener, algo que me hace sentir muy bien.

   Es curioso que, en estos tiempos que pasan, donde todo se rige por el vil metal y las cosas tienen precio pero no valor o todo el mundo es necio y los confunde, un coche que se deprecia desde el primer metro que recorre sea tan importante en la vida de alguien. Juro que ese coche me ha dado mucho, que le he hablado y felicitado por sus grandes viajes, que me ha llevado a todos los lados, que ha llevado a mis chicas y sobre todo a la rubia como copilota de lujo.

  En ese coche he cantado miles de canciones y he llevado a mis amigos a todos los lados cuando ellos aún no tenían carnet.

  Ese coche siempre formará parte de mi vida.

  Siempre te echaré de menos pequeño Clio.

martes, 7 de septiembre de 2010

¿Y qué hago aquí?

Nada es como imagine. Crecí destacando y confiado. La confianza no se va, pero los fracasos se acumulan. No tiene nada que ver con la felicidad, ya que soy feliz, pero parece que se esperaba más de mí.

  Yo también esperaba más. Podría estar en las portadas de los diarios de título rojo. Incluso en las carpetas de las niñas. Desearía estar en lo alto de un escenario sangrando los dedos, con un micro debajo de mi nariz mientras canto mis canciones, pero NO. Podría leer mi nombre, al cerrar y entregar dedicado algún manuscrito digitalizado y encuadernado, junto a un buen título y una buena portada. Incluso podría acabar la carrera y convertirme en un buen creativo. Pero NO.

  Creo que tengo mucho que demostrar, como supongo que lo tendrá tanta y tanta gente. Pero la mayoría de las cosas increíbles no llegan a suceder nunca. Sólo unos cuantos son los elegidos. Mi madre dice que cuando uno tiene un don lo tiene que aprovechar. Tengo la extraña sensación de que tengo más de un don y todavía no he aprovechado ninguno. Espero hacerlo, pero si no, seguiré viviendo y riendo, que ya es bastante.

  Tengo a la persona más especial que he conocido a mi lado todos los días. LA QUIERO A MORIR. Y un buen puñado de amigos que me iluminan la cara cada vez que les veo y que noto que a ellos también les gusta verme.

  No muero por dejar huella en vida, pero si me gustaría que se supiese lo que soy capaz de hacer y que yo sintiese que aprovecho algo de mi potencial.

  Supongo que la vida es esto.

  Yo seguiré siendo bueno con los demás por convicción e intentando que se sientan a gusto cuando estén cerca de mí. Yo seguiré hablando al aire, a la nada.

  Un saludo a todos mis lectores. Muy buenas nada. ¿O todo?

viernes, 12 de marzo de 2010

Primavera que ya llega


Que se vayan las nubes de mi ciudad
Por favor que venga el sol
Que la lluvia se esconda hasta otoño
Que la primavera nos de claridad

Que la alegría entierre lo gris
Que la melancolía sea inquietud
Que la luz llene los armarios
Que tú estés loca por mi

Que no te vendan amor sin espinas
Que no te cierren el bar de la esquina.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Abriendo el telón


Muchas veces había pensado empezar esto. Tiempo, para que nos vamos a engañar, no me ha faltado. Y, paradojas de la vida, lo empiezo justo cuando los días son más cortos que nunca. Cuando, como me dicen muchos, "¡por fin haces algo!". Y yo voy a ser sincero, creo que algo ya he hecho. Mi cabeza no ha dejado de dar vueltas desde muy pequeño. Intento ver qué ocurre, por qué razón y trato de ver las cosas desde todos los extremos, darles la vuelta. Eso pretendo hacer aquí. Pensar escribiendo. Para no parecer un loco que habla solo, seré un loco que le habla a la nada. ¡Vaya tela!

Nos vemos.